Llevarse bien con la suegra no es fácil. Muchas mujeres pueden afirmar que mantienen una buena relación con su suegra, pero casi ninguna podría decir que siempre ha sido así. En diferentes culturas populares se les conoce como entrometidas, controladoras y manipuladoras. Junto a las madrastras, el rol familiar de las suegras es uno de los más controvertidos.
uno de los pasos con los que podrías comenzar para llevarte bien con tu suegra, es pasar algo de tiempo con ella.
Especialistas aseguran que es normal que los padres de tu pareja, en especial su madre, tengan una sensación de celos con tu llegada, sin embargo, aunque no tienes obligación de llevarte super bien con tu familia política, es importante que puedas lograr una relación cordial con ellos, pues son la parte más importante de tus relaciones políticas y vale la pena trates de establecer un vínculo respetuoso, cordial y amable.
Acepta que es la madre de tu pareja. Toma en cuenta que si tienes problemas con ella, estarías poniendo en un dilema o en una postura incómoda a la persona que te interesa. Aunque muchas veces tengas razón, Evita las quejas sin sentido. Si estás a la defensiva o de forma negativa, probablemente reflejes eso con ella y la relación será mala. Antes de sentir que tu suegra te odia o que estás haciendo algo mal, recuerda que puede tratarse de celos, producidos por el miedo de perder a su hijo, este es uno de los principales fantasmas que sobrevuelan por la mente de las madres. Son generados mayormente porque temen que reemplacen su afecto por el del nuevo núcleo familiar y se olviden de ellas.
Comunícate respetuosamente. Si existe algún problema con ella, lo mejor que podrías hacer es hablar directamente ella. Evita triangular la información con tu pareja, para así no ponerlo “entre la espada y la pared”. Siempre debe predominar el respeto, la amabilidad y la educación. Si hay algún conflicto deben mantener una comunicación clara y sin faltas de respeto. Si se generara algún problema sería el momento de poner en práctica todos tus valores. Es importante resaltar que cuando uno actúa en consecuencia con lo que quiere y se acepta tal cual es, otras personas tienden a aceptarnos más fácilmente. Además, si nos sentimos bien así, los comentarios punzantes no nos hacen tanto daño.
Establece límites. Debes aprender a poner límites congruentes y cordiales. Si tú y tu pareja viven en casa de tus suegros, debes respetar las reglas que existen en el lugar, lo mismo aplica cuando ellos vayan a tu casa no deben pasar tu autoridad. Relacionado a esto, tu suegra puede aportar su experiencia para el cuidado de tus hijos, siempre y cuando no te quite autoridad.
Psicólogos afirman que la familiaridad lleva a producir el efecto de que cuanto más vemos a alguien y más tiempo pasamos con esa persona, más terminamos por quererla.