Cuando buscamos una vivienda a la que trasladarnos con cierta urgencia, muchas veces tendemos a aceptar condiciones que no son las mejores del mundo. Esto ocurre aun más a menudo en el caso de las viviendas de alquiler, ya que las vemos como un lugar temporal y pensamos que podemos aceptar las condiciones que se nos impongan.
La verdad es que podemos conseguir una vivienda de alquiler a buen precio en la que vivamos mucho tiempo, si seguimos unos consejos básicos. Tan solo es cuestión de que mantengamos la cabeza fría durante el proceso de elección y negociación con los propietarios.
Para conseguir un alquiler a buen precio, nada mejor que olvidarse de las urgencias. Busca mucho, recorre las zonas de la ciudad que te interesan y visita todas las páginas de inmobiliarias por Internet que puedas encontrar. Huye del centro de la ciudad, y encontrarás precios mucho más económicos.
Una vez hayas encontrado la vivienda que te interesa, tampoco tienes que dejarte llevar por las prisas. Negociar con el propietario tomando como base aquellos aspectos menos propicios de la casa te ayudará a que acabe rebajando un poco el precio. Seguro que eres capaz de encontrar algo que no te gusta de ese piso tan perfecto… desde las cañerías a que sea interior y no tenga luz.
Asimismo, también debes tener en cuenta algunos gastos específicos, como la comunidad de vecinos. No se trata de un requisito obligatorio en ningún contrato de alquiler, por lo que si tu propietario quiere incluirlo, puedes negociar con él sin problemas a la baja.
Igualmente, debes tener cuidado con el pago de los impuestos municipales, como el IBI o las basuras. Son obligación del propietario de la vivienda, por lo que no pueden reflejarse en tu recibo de alquiler. Si es así, no dudes en negociar.
Una situación parecida es la de la calefacción, uno de los gastos más importantes de cualquier hogar. Evidentemente, no puedes pretender que la pague tu arrendador, pero sí que puedes elegir el piso con el sistema más económico, o negociar el precio final del alquiler alegando que vas a gastar mucho con la calefacción que ya está instalada.