Cuando los actores Ben Affleck y Jennifer Garner anunciaron que se divorciaban luego de 10 años casados y con dos hijos fruto de su relación, a muchos se nos rompió el corazón. Al pasar las semanas, los paparazzi se encargaron de confirmar que la razón de la ruptura de lo que parecía ser una de las parejas más sólidas de Hollywood. Luego de saber que la infidelidad del actor ¡con la niñera de sus hijas!Provocaba la ruptura del matrimonio, rápido se puso en evidencia que no todo lo que brilla es oro, algo que se ve más frecuente en Hollywood, donde la fama puede crecer y disminuirse de la misma manera que la espuma.
Pero no solo lasparejas de celebridades o las que no tienen problemas en sus cuentas bancarias tienen aventuras matrimoniales. Según un estudio publicado en la Revista Cosmopolitan, y realizado por el portal para buscar relaciones fuera de la pareja Secondlove.es “las infidelidades han aumentado en España desde el inicio de la crisis. El 53% de los usuarios consultados por este portal reconocen que su interés por encontrar un segundo amor se ha incrementado en los últimos cinco años, durante la crisis económica”.
“El número de divorcios, separaciones y nulidades cayó un 24% en los primeros años de la crisis según el Instituto Nacional de Estadística (INE) de 2011, pero ha vuelto a crecer a partir de 2013. Un total de 133.441 parejas decidieron terminar su vida en común en 2014, cifra que queda muy cerca de las 137.510 disoluciones de matrimonios registradas en 2007, último año antes de la crisis. En el primer trimestre de 2015 (último dato publicado), los divorcios y separaciones han aumentado un 2,2%, por lo que este año podría cerrarse con cifras récord”.
Portales indican que la principal razón de cometer adulterio se debe a querer escapar del estrés o las frustraciones producidas por el trabajo o en el hogar. La rutina diaria también causa propensión a la infidelidad.
Ben Affleck, se sumó a artistas como JudeLaw, Tiger Woods y HughGrant, los cuales fueron infieles a sus parejas. Según el punto de vista evolutivo, podemos obtener que los hombres suelen tener un alto porcentaje de infidelidad o una mayor tendencia a engañar a sus parejas porque su instinto es sembrar su semilla en la mayor cantidad de hembras posibles para así asegurar su ADN. Quizás esto nos permita entender de mejor manera el comportamiento de nuestros ancestros cavernícolas, pero no parece una explicación muy convincente para los hombres y mujeres del siglo XXI.
Walter Risso, expresa en su libro “Jugando con fuego” que una de las razones por las cuales las personas cometen adulterio es por el “perfeccionismo afectivo”; es decir, la búsqueda constante de la “mujer diez” o el “hombre diez”. Las consecuencias son claras: la pareja siempre tendrá defectos y carencias, por lo que se buscará fuera de casa lo que se percibe que el otro no tiene. De ahí vienela famosa frase de las infidelidades “¿Qué tiene ella que no tenga yo?”.
Del mismo modo, el psicólogo italiano indica que otro motivo es la sed de venganza, tomando como ejemplo que si una persona es infiel, su pareja querrá serlo también como un “ojo por ojo, diente por diente”.
Ojo con la baja autoestima
Carecer de confianza en uno mismo también puede propiciar una infidelidad de dos maneras diferentes. La primera puede ser el hecho de contraer matrimonio con una persona que no les guste de verdad, por miedo de no conseguir a alguien mejor. La segunda es buscar la aprobación de diferentes personas por no quererse a sí mismo o por querer ser deseado sexualmente, recibir elogios o palabras bonitas, lo que conduce al vacío afectivo.
Los motivos para ser infieles parten de nuestros impulsos. Aunque cada caso tiene sus variaciones, siempre se repiten las mismas razones. Perdonar o no una traición depende de la persona y del tipo de relación que exista entre ambos. Las parejas antes citadas terminaron su relación al momento que las cámaras y medios pusieron su atención en ellas. Siempre es conveniente recordar que perdonar una infidelidad será una decisión individual y lo importante es que nos sintamos seguros con lo que decidimos hacer.