Enamorarse es un sentimiento maravilloso, sentimos que flotamos y que todo ríe a nuestro alrededor, pero cuando ese amor no es correspondido comenzamos a pensar que no somos lo suficientemente valiosos para despertar en el otro los mismos sentimientos que tenemos, sin embargo, y aunque no parezca tan evidente, esta situación no tiene nada que ver con tu valía.
Muchas veces nos enganchamos con aquellas personas que no son las más idóneas para estar en nuestra compañía. En primer lugar, nos olvidamos que la emoción no puede dar de por sí paso al sentimiento, pues este último se construye de detalles y atenciones que lo van alimentando día a día. Por ésta razón, es muy poco probable que si no se ha recibido señales claras y consistentes de la otra parte haya un interés recíproco, entonces hay que analizar si es factible continuar alimentando ilusiones que no van a ser concretadas.
Muchas veces nos enganchamos con aquellas personas que no son las más idóneas para estar en nuestra compañía.
En algunas ocasiones, el no ser correspondido puede ser una situación que inconscientemente se anhela, quizás lo que subyace es el miedo al compromiso, así que la persona escogida está casada, comprometida, es homosexual o atraviesa cualquier circunstancia que le impide corresponder al amor ofrecido.
Vivir de ilusiones parece ser el factor común de la persona que se enamora sola, y conformarse con tener una amistad es el bálsamo al que se recurre. La verdad es que asumir esta actitud sólo produce una sensación de vacío lo que puede derivar en una lesión a la autoestima.
Si el sufrimiento se hace presente es hora de tomar medidas y la primera de ellas es alejarse. Tomar distancia es saludable para evitar profundizar la herida, o lo que es peor, el sentimiento. La atracción física es normal que se produzca, quizás hasta de forma unilateral, pero alimentar el amor de una forma platónica no es la mejor de las decisiones.
Para superar este estremecimiento es necesario conocer las razones por las cuales surgió esta emoción y posterior arraigo sentimental, para así erradicar aquellas situaciones que propician el acercamiento.
Hay que tener claro que no es fácil dejar de estar enamorado y por supuesto, salir de las circunstancias que generan el amor no correspondido, pero conocer nuestro valor y entender que el rechazo del otro no tiene que ver con nosotros que somos personas meritorias a pesar de este escenario, que es simplemente una circunstancia más a superar nos ayudará a sanar.
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