Cuando se tiene una pérdida es natural sentirse deprimido, experimentar llanto y dolor, así como sentirse desanimado, pero el hecho de que nosotros estemos pasando por este mal momento no significa que la vida se detenga.
Superar una pérdida puede ser más difícil para unas personas que para otras porque no todos experimentan esta dolorosa experiencia de la misma manera.
Sea más complicado o más fácil para ti, lo importante es que debes aprender a vivir este momento y salir adelante para continuar con tu vida; por esta razón, aquí te damos ocho claves que te ayudarán a superar tu proceso de duelo.
- Tiempo para asumir. Toda persona que sufre una pérdida necesita tiempo para asumirla. Después de decirle adiós a tu ser querido, es importante que te tomes el tiempo para aceptar la situación y reconocer que esa persona ya no estará contigo. Durante este tiempo necesitas estar a solas y en calma para procesar la situación.
- Expresar sentimientos. Conversa con la gente acerca de lo que sientes, llora con tus amigos, habla de la persona fallecida, drena todos tus sentimientos hasta que logres recordar a tu ser querido con alegría.
- Buscar compañía. Procura buscar la compañía de tus amigos y familiares. Recibir apoyo en esta etapa de tu vida, te ayudará a tener las fuerzas para salir adelante.
- Rendir homenaje. Una forma de rendir un homenaje a un ser querido que ya no está contigo es haciendo algo que tú sabes que a él o ella le hubiera gustado hacer, o involucrándote en actividades que sabes que formaban parte de sus ideas.
- Mantenerse activo. Ejecuta actividades que te gusten y te llenen. Haz ejercicio, aprende algo nuevo que te permita ocupar tu tiempo y estar distraído.
- Retomar la rutina. Es bueno que retomes tu rutina lo antes posible porque esto te ayudará a mitigar el dolor, trabajando duro por las cosas que sueles hacer a diario.
- Escribir una carta o diario. Escribir siempre es buena terapia para drenar las emociones y durante un proceso de duelo ayuda mucho escribir una carta donde expreses tus emociones, sentimientos o aquellas cosas que te hubiera gustado decirle a tu ser querido.
- Pensar en vivencias. Pensar en las cosas alegres que viviste con la persona fallecida o la felicidad que ella te produjo te hará sentir mejor y ayudará con tu estado de ánimo.