“El amor supera todos los obstáculos”, esta frase tan trillada parece estar sustentada en una gran equivocación. Es cierto que el amor ocupa un lugar muy importante en nuestras vidas, pero claro está, que no lo es todo. Y cuando hablamos de parejas, parece ser que hay muchos ámbitos que pueden enturbiar una relación. En este caso nos referiremos específicamente a uno muy importante, el dinero, por ello te traemos algunas sugerencias para lograr un punto en común relacionado con este tema tan polémico.
Anoten la prioridad de cada uno. Escribir lo que es más importante para cada uno, les dará una visión más clara de lo que cada uno espera de los ingresos que percibe. Es muy probable que para la esposa sea más importante adquirir una casa, por ejemplo, mientras que él espera disfrutar del dinero en el momento.
Determinen cómo será repartido el dinero. Dejen muy claro qué gastos se harán, quién pagará qué, qué aportará cada uno. No hay una regla específica a seguir. Cada pareja debe elegir cómo harán las cosas de manera que ambos se sientan cómodos con lo que decidan.
Comuníquense. Cada cierto tiempo, tomen un espacio, sin los niños y sin apuros, para conversar de sus finanzas. No tomen decisiones sin consultar con el otro, aun cuando uno de los dos sea el que genere mayores ingresos. Escuche y respete las opiniones de su cónyuge.
No usen el dinero como medio de control. En algunas parejas suele suceder que el que tiene más ingresos, se siente con mayor poder o control sobre el otro. No importa quién gane más, no es sano que la balanza se incline hacia un solo lado. Las decisiones deben ser tomadas de común acuerdo.
Evaluar qué puede ceder cada uno. Aunque son un matrimonio, hay metas personales que cada uno deseará llevar a cabo. Revisen en qué pueden ceder cada uno para que el otro pueda cumplir sus sueños sin grandes sacrificios.
Sean abiertos. No hay nada más perjudicial para un matrimonio que los secretos. No saber cuánto gana él o que ella tiene una cuenta personal, son aspectos que los mantendrá alejados.
“Estos maridos tienen miedo de que si sus esposas se enteran de lo que ganan, les van a pedir más. Y esas esposas temen que si el marido se entera de sus cuentas de banco, este les dará menos dinero. No hay peor consejero que el miedo”, señala Blogylana.com. Debe haber confianza entre los dos.
Es posible que al principio alguno de los dos se muestre reacio a tratar el tema, pero hacerlo les ayudará a establecer sus prioridades y a conocer una manera mucho más efectiva de administrar las finanzas familiares.
- Fuente: Blogylana.com
“El amor supera todos los obstáculos”, esta frase tan trillada parece estar sustentada en una gran equivocación. Es cierto que el amor ocupa un lugar muy importante en nuestras vidas, pero claro está, que no lo es todo. Y cuando hablamos de parejas, parece ser que hay muchos ámbitos que pueden enturbiar una relación. En este caso nos referiremos específicamente a uno muy importante, el dinero, por ello te traemos algunas sugerencias para lograr un punto en común relacionado con este tema tan polémico.
Anoten la prioridad de cada uno. Escribir lo que es más importante para cada uno, les dará una visión más clara de lo que cada uno espera de los ingresos que percibe. Es muy probable que para la esposa sea más importante adquirir una casa, por ejemplo, mientras que él espera disfrutar del dinero en el momento.
Determinen cómo será repartido el dinero. Dejen muy claro qué gastos se harán, quién pagará qué, qué aportará cada uno. No hay una regla específica a seguir. Cada pareja debe elegir cómo harán las cosas de manera que ambos se sientan cómodos con lo que decidan.
Comuníquense. Cada cierto tiempo, tomen un espacio, sin los niños y sin apuros, para conversar de sus finanzas. No tomen decisiones sin consultar con el otro, aun cuando uno de los dos sea el que genere mayores ingresos. Escuche y respete las opiniones de su cónyuge.
No usen el dinero como medio de control. En algunas parejas suele suceder que el que tiene más ingresos, se siente con mayor poder o control sobre el otro. No importa quién gane más, no es sano que la balanza se incline hacia un solo lado. Las decisiones deben ser tomadas de común acuerdo.
Evaluar qué puede ceder cada uno. Aunque son un matrimonio, hay metas personales que cada uno deseará llevar a cabo. Revisen en qué pueden ceder cada uno para que el otro pueda cumplir sus sueños sin grandes sacrificios.
Sean abiertos. No hay nada más perjudicial para un matrimonio que los secretos. No saber cuánto gana él o que ella tiene una cuenta personal, son aspectos que los mantendrá alejados.
“Estos maridos tienen miedo de que si sus esposas se enteran de lo que ganan, les van a pedir más. Y esas esposas temen que si el marido se entera de sus cuentas de banco, este les dará menos dinero. No hay peor consejero que el miedo”, señala Blogylana.com. Debe haber confianza entre los dos.
Es posible que al principio alguno de los dos se muestre reacio a tratar el tema, pero hacerlo les ayudará a establecer sus prioridades y a conocer una manera mucho más efectiva de administrar las finanzas familiares.
- Fuente: Blogylana.com