“No puedes evitar que el pájaro de la tristeza vuele sobre tu cabeza, pero sí puedes evitar que anide en tu cabellera” dice el proverbio chino. La tristeza es una emoción, que como todas las que sentimos, tiene su utilidad, aunque este relacionada con el desanimo, la perdida de energía y el desaliento.
Cualquier situación adversa puede ser el desencadenante de esta emoción: la perdida de un ser querido o de una situación positiva para nuestra vida, el dolor, la decepción, entre otras circunstancias a las que estamos expuestos cotidianamente. La tristeza puede ser el detonante para una depresión, pero no siempre es una emoción negativa.
A ninguno de nosotros le gusta estar triste, eso es una realidad, no obstante esta emoción puede ayudarnos a descubrir que algo no esta bien, que algo nos molesta. Esta señal nos obligará a enfrentar esa incomodidad, reflexionando sobre ella y es a partir de ese momento que nuestra vida puede ir a mejor.
Algunas investigaciones han demostrado que quienes sobreviven a una situación adversa se convierten en personas más centradas, estables y fuertes: “Aristóteles, sostenía que la tristeza podía en realidad brindar salud mental, tal vez pueda parecernos contradictorio, pero algunos expertos hoy en día sugieren que sentirnos tristes promueve el pensamiento analítico, el cual nos permite enfocarnos en nuestras crisis, para descomponer un problema en partes simples y manejables, facilitando el entendimiento del problema hacia una superación” se afirma en Biomanantial.com.
El uso de antidepresivos para contrarrestar la tristeza se ha vuelto muy común en nuestros días. Algunas investigaciones indican que el consumo de estas medicinas se ha duplicado, sobre todo en aquellos lugares del mundo donde hay más crisis económicas, sociales y morales. Sin embargo, no en todos los casos los antidepresivos son la solución para combatir la tristeza, ya que aunque estos fármacos pueden ser útiles su uso –y abuso- excesivo puede generar adicción y convertirse más que en un remedio en otro problema por resolver más adelante.
¿Cómo superar la tristeza sin medicinas?
- Tomate un tiempo para pensar, un tiempo para ti. No se trata de dejar de lado el problema que nos tiene melancólicos, por el contrario debes enfrentarlo para sanar poco a poco.
- Escribe. Las personas que expresan sus sentimientos por escrito superan mucho más rápido sus problemas que el resto.
- Habla. Es terapéutico hablar de lo que te esta pasando, puede ser con un amigo, tu pareja o contigo mismo. Si necesitas ayuda profesional también puede ser útil, sentirnos escuchados nos ayudará bastante.
- Camina. Estar en contacto con la naturaleza puede sernos de gran provecho. Sal en un día soleado, disfrutar de tu entorno permitirá aliviar tus penas.
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