Cómo tener calefacción en casa y no arruinarte

En muchos hogares la llegada de las bajas temperaturas del invierno se vive con preocupación. La subida de precio que han experimentado los suministros energéticos en los últimos años hace que para muchas personas el gasto en calefacción sea un impacto demasiado fuerte en la economía familiar.

¿Quieres ahorrar en tu calefacción el próximo invierno? Siguiendo estos consejos conseguirás mantener tu consumo energético controlado, algo que sin duda agradecerá tu bolsillo.

Para empezar, es importante vigilar la temperatura a la que ponemos los termostatos. Evidentemente, a todos nos gusta estar en casa en manga corta, pero no es necesario. Una temperatura de confort de 21 grados es más que suficiente para que podamos estar en casa cómodamente con un jersey, y puede llegar a representar un ahorro del 13% del consumo.

El cuidado de los radiadores también es fundamental. Purgarlos al inicio del invierno ayuda a que calienten con toda la potencia, por lo que se optimiza su rendimiento mucho más. Igualmente, es importante que tengamos cuidado de cubrirlos, ya que de esta manera no calientan tanto y acabamos consumiendo mucho más.

La caldera es otro de los factores fundamentales en el ahorro de calefacción. Hacerle un mantenimiento anual nos ayudará a que rinda al máximo y evitará cualquier tipo de avería más importante en el futuro. Además, si tenemos que cambiarla, es aconsejable que invirtamos en una de bajo consumo.

Igualmente, es necesario que invirtamos en tener un buen aislamiento de nuestro hogar, ya que buena parte de la calefacción que usamos la invertimos en compensar las entradas de aire frío que generan puertas y ventanas mal ajustadas.

Finalmente, es necesario que seamos conscientes de cuándo consumimos calefacción. Tenerla encendida en habitaciones vacías o cuando estamos trabajando no sirve de nada. La mejor opción es que la programemos para que se encienda como mucho una hora antes de nuestra llegada. De esta manera, disfrutaremos de un ambiente agradable sin gastar más de la cuenta. Lo mismo ocurre por la noche. Durante estas horas podemos apagarla para ahorrar mucho dinero, a menos de que vivamos en una zona con temperaturas realmente muy bajas.